domingo, 22 de mayo de 2016

A mi amante...

Dónde dejaste tus besos
quedo un silencio sepulcral,
una camisa de cuadros
un pantalón carmesí
 y un sofá cama,
 en el que solo dormimos.
Tus caricias un recuerdo ,
el espejo da tu huella .
Tu nombre se fue a la orilla,
como el mar que te precede.
Pasamos una buena noche, sí,
 de tus manos como pétalos
tu tacto me acariciaba
hasta llegar a lo burdo de tu sexo,
donde ahogaste con tu tez
pálida como un fantasma
los gritos de abatimiento

que mi garganta escupía.

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