jueves, 17 de julio de 2014

La tarde tonta

''Has descubierto la dicha que convierte en basura las recompensas de este mundo''
G. Vlastos

No hay recompensa que valga, ni bien que merezca la pena, solo queda perenne la ilusión en contra de nuestras mentes incautas, de alucinaciones creadas por el insomnio o la bizarrada que trae la piel con ella.
Vagos recovecos , brutales pensamientos, palabras suaves, que enmascara la magnitud de una tragedia, no demasiado amplia, no demasiado grande, no demasiado real, pero en algunos aspectos, demoledora.
Miras tu reflejo, lo miras, esta eres tú, haces honor a la ''Petra regalada''  y los rayos de luz que se cuelan entre las persianas, reflejan con ironía el tono tostado que ahora tiene  mi piel, vulgar como cualquier otra piel, me despedazo, no soy dueña de nada, ahora me llena más el impulso, me dejo caer al duelo y sigo con la función delante del espejo, en un ensayo ridículo de lo que viene, empiezo a imitar aquel fragmento,me pongo en situación.

Se encuentra en la sala del viejo convento Don Bernabé, Petra, Arévalo, Moncho y Camila, ahora convertido en burdel en cubierta, suena el gramófono y todo el ambiente  se resume en el perturbador resultado de una meticulosa y constante decadencia, en la que desde hace un tiempo se viene manteniendo una discusión, mientas juegan a las cartas: 

Petra.-  No tenia otra cosa que esperanzas.
Bernabé.- Y,¿no se han cumplido?
P.- Sí, don Bernabeeeeé. Todo se me ha cumplido.Qué casualidad .¿eh?Todo, menos lo que esperaba. En         mi testamento lo tengo dicho...
B.- Infundios. No has testado.En mi notaria no consta.
P.- Pero voy a tener que testar cualquier noche:  que me amortajen con mi colcha. Qué vida, Dios. Qué vida      más sosa.Todo, menos lo que esperaba. Tiene guasa el asunto. Ahora mismo me voy a tumbar en                cueros bajo la lampara de cuarzo. Porque me tengo que poner morena.
Moncho.- ( En el juego.)Salga usted, Bernabé.
P.-( Levantando a Don Bernabé)  Bernabé, salga usted que lo quiero ver bailar, saltar y brincar y andar por          el aire. Que la baile, que la baile.
B.- ( Defendiéndose.) Déjame, pero déjame.
P.- Yo creo que nací con un defecto muy grande. Yo creo que nací muerta.
( Fragmento de Trilogía de la libertad)

Vuelvo a mirarme, me corta mi imagen, quiero volver a la función, pero ahora toca mi acto, que no será bonito, no será lo que deseo, pero será, algo será.
Respiro, es el momento del cambio, leeré que tal se le presenta el día a capricornio, me echaré a temblar, me tomaré un café, iré a mirarle a los ojos, iré a despedirme, para siempre o no, queda abierto el paréntesis.
Quien se amaneciera en las calles de Madrid.


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