
ahora, más que nunca ,
un ahorcado en la plenitud y todo su jugo,
``sucio´´,
otra vez,
por que es el deseo lo que lleva este nombre y no las cursiladas programadas
que se tienen más o menos desarrolladas, aunque con sabor ajeno
(puede que no).
Olvidar los rugidos y agarrarse a las paredes hasta quedarnos sin uñas,
gatitos mansos,nada más.
Las heridas de guerra se borran
y el diamante a la inversa, no gana corazones
en los barrotes rotos de desquiciada comedia,
que se apoyan en los senos hasta atragantarse
de la leche de los zánganos .
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