Mis manos estan rasgasdas
son manos delgadas, pero gastadas
entre mis dedos se desliza el tiempo
como tu pelo
que me es ausente
al igual que tus ojos
que me son tan propios
tan tan propios
que ni los reconozco
no pongo la mano en el fuego
no pienso abrir ninguna nueva cicatriz
confiarse
es el filo del acantilado
en este calido juego
donde no existen explicaciones
ni poemas suficientes
las piezas de echos y franquezas
siendo estas tesoros buscados
en las islas inadecuadas
más siendo o no
pirata
encontrare el lugar donde encajar mi llave
y descansar por siempre mis manos
no tengo prisa
el viento
sopla a mi favor.
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La muerte te acecha
en la guarida de nadie
y aun no encendiste
ni una de mis cerillas.
El intento es inutil...
aun no me han arrancado la piel
y yo pienso sacartela a tiras...
si el gris no deja a tu estrella viuda.
Nos veremos donde el subconciente
emborrachame
y que no sea de palabras.
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